¡Sieg!

El sol brilla implacable en la estepa rusa.  El Eje juega su carta "Ofensiva mayor", combinada con la carta "Generales alemanes". Esto le da dos columnas de bonus en ataques de un cuartel general. Esta es una ventaja importante que se puede mantener en los turnos siguientes con puntos ofensivos. Con el juego de estas cartas, se encuentran los resultados de la ofensiva de Kursk en 1943, que logró hacer retroceder a los rusos a pesar de que estaban preparados. Aquí, estamos en 1942 con un soviético insuficientemente preparado. El frente, aunque sólida, está rota en varios puntos. Todo el peso del ataque se lleva en el centro. El OKH redujo sus fuerzas en los frentes secundarios del Norte y del Sur, concentrando sus medios móviles alrededor de Voronezh. Al no poder redesplegarse, el Stavka ordenó ataques hacia Rostov en un intento de aliviar el Frente Central. 

Es demasiado poco y demasiado tarde. Voronezh está ampliamente circunvalada desde el este y el Cuartel General del Frente Central Soviético está aplastado por una división panzer. Esto prohíbe la posibilidad de gastar puntos ofensivos en la zona, lo que habría permitido contraataques más eficaces. Se forma una bolsa alrededor de la ciudad, cada vez más hermética a medida que avanza el mes.

El regreso de la nubosidad pesada perjudica un poco al eje, pero no puede hacer nada por los cuatro ejércitos soviéticos encerrados en Voronezh, reducidos gradualmente.

A lo largo del mes, se lanzan ofensivas desesperadas en el sur, pero no pueden romper el frente alemán que se retira paso a paso.

El golpe final se da en la última semana de junio. El Frente Central Soviético deja de existir. Cortado y troceado, es incapaz de contrarrestar el avance alemán hacia Moscú. Todo el eje pivota de este a oeste en un nuevo gancho, cuyo final toma Gorki, que queda sin guarnición. Moscú está sin suministro, todos los ferrocarriles al resto de la URSS están bajo control alemán.

Ante la magnitud de la brecha y deseando ahorrarse una larga agonía, el jugador soviético admite la derrota. 

 

Este es el final de una larga partida que nos llevó tres meses en directo a través de vassal y skype. Nos ha gustado el juego y volveremos a empezar con mucho gusto. Los dos ejércitos son realmente diferentes: el Eje tiene el movimiento, el ruso la fuerza. En el mes de julio habrían desembarcado los primeros ejércitos de la Guardia y en octubre del 42 los ejércitos blindados soviéticos.

Para evitar su triste destino, el ruso debería haber construido un centro sólido durante el barro fortificando toda la línea del frente. Tiene suficientes puntos de construcción para hacerlo.
La gestión de la fuerza es un punto muy importante en el lado ruso. No tiene una gran capacidad de movimiento. Una vez asignados en un sector, es difícil enviarlos rápidamente a otro.

En cualquier caso, Thunder in the East ha cumplido su objetivo, que era distraernos. Intentaremos jugar un escenario de "fin de guerra" para invertir los papeles y que el bando soviético pase a la ofensiva.